El estilo de las teddy girls consiguió romper en los años 50 con todos los cánones estéticos establecidos. Su rechazo a la austeridad convirtió a estas chicas de clase obrera en un ejemplo de cómo romper con lo establecido puede convertirse en una clave de supervivencia. Su estilo personal y extremadamente meticuloso desentonaba con las propuestas de diseñadores. Crearon sus propias reglas en el mundo de la moda, reglas que aún hoy siguen usándose dentro y fuera de las pasarelas.
El estilo de las teddy girls se basaba en llevar chaquetas de sastre, jeans con dobladillo, cuellos de terciopelo y polleras de tubo. En cuanto a calzado, las teddy girls apostaban por los zapatos creepers y mocasines. Sus complementos fetiches era los sombreros de rafia y las corbatas. Su peinado: el tupé.
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